Mi Cali Actual

Thursday, March 02, 2006


Que el miedo se apodere de la gente en las calles de la ciudad, ha llegado a considerarse normal. Los hurtos, los atracos, las violaciones y los diferentes atentados, han suscitado en los caleños un conformismo incomparable. El apaciguamiento y el sometimiento se han convertido en las armas para poder resistir la crueldad de las calles.

Que la seguridad pública no es suficiente, que el orden social no se ha instaurado como debería… Sí, todos estos son argumentos válidos que rectifican porqué Cali se constituye ahora como la ciudad más peligrosa de Colombia y una de las más temidas en el mundo.

Pero vayamos más allá de la simple crítica al control estatal. ¿Qué pasaría si el temor se convierte en pánico, y si aparte de agobiarnos noche a noche por nuestros familiares, viéramos en la cara de cualquier extraño los ojos de la muerte? Pues bien, ese sentimiento insoportable es el que empieza a nacer cuando se generan atentados que son más horribles que los que normalmente uno consideran horribles. Cuando uno ve el periódico y se encuentra con la noticia de que a una mujer le aplicaron una bacteria desconocida en el cuello por resistirse a entregar un celular… sí, solo por un celular.

¿Cuánto vale la salud de una persona entonces? Sonia, la mujer que fue víctima de este terrible e impactante atentado, se encuentra internada en la Clínica de los Remedios. Son cinco los médicos que están a su disposición, y muchos los investigadores que intentan descubrir cual fue la bacteria que le inyectaron y que la tiene en un estado de salud riesgoso.

Desafortunadamente, con esta noticia recibimos el tercer mes del año. Y aunque no quiero que este 2006 siga transcurriendo de esta manera, uno instintivamente se va preparando para esperar novedades en la manera como se atenta contra las personas.

No más críticas a las entidades públicas, no más reproches al sistema gubernamental. El control es nuestro y no estamos siendo conscientes de ello. Ojala que así como la gente de Cali se está uniendo para destituir a su alcalde, pueda unirse también para rechazar y combatir la violencia urbana. Porque la fuerza de voluntad y el ímpetu de lucha son los únicos caminos que en realidad le devolverán la paz a nuestro entorno.

1 Comments:

Blogger Jorge Manrique Grisales said...

Què grato encontrar un texto fluido, ameno y que mantiene el interès del lector de principio a fin.... Felicitaciones Paola ya estàs por donde es...Hay que corregir algunas cosas: dijiste "rectifican" cuando creo que lo correcto es "ratifican" y por ahì hay un error de ortografìa... Enhorabuena por el estilo propio

3:00 PM  

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